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EL PARQUE FLUVIAL DEL BESÓS

Amanecer en el Parque Fluvial del Besòs, zona de la desembocadura
Parque Fluvial del río Besòs, un espacio verde con una rica fauna
El río Besós nace de la convergencia en Montmeló de los ríos Congost y Mogent, y en su curso cruza la Cordillera Litoral Catalana entrando en el valle de Barcelona.
El Parque Fluvial del Besós es un magnífico espacio verde de una longitud total de 9 kilómetros, que son los últimos 9 kilómetros del río Besós antes de su desembocadura en el mar Mediterráneo.
Comprende una superfície de unas 115 hectáreas.
El Parque constituye un espacio verde de importante valor para la región metropolitana de Barcelona. El Parque forma parte del continuo urbano de las ciudades de (en orden alfabético): Barcelona, Montcada i Reixac, Sant Adrià del Besós y Santa Coloma de Gramenet.
Si me he decidido a crear un Blog dedicado solamente a la fauna de este Parque, es porque se trata de una fauna asombrosamente rica y variada, donde las aves juegan un papel fundamental, pero también otros grupos de animales como anfibios, reptiles o mamíferos.
Un bonito ejemplar de conejo fotografiado en el Parque Fluvial del Besós
Flamenco en las aguas del río Besós, próximo a la desembocadura, una prueba de las maravillas zoológicas con las que este Parque Fluvial nos puede gratamente sorprender, debido en parte a su privilegiada ubicación geográfica: por un lado en la ruta migratoria del Mediterráneo Occidental, y, por otro lado, el hecho de ser la única zona húmeda natural costera entre la desembocadura del río Tordera y el delta del Llobregat.

Pero el estudio de la fauna requiere el previo conocimiento de los diferentes ambientes que podemos encontrar en el Parque, porque es precisamente esta diversidad de ambientes la que va a determinar una igualmente rica variedad de fauna.
La exuberante vegetación que rodea en muchos tramos el cauce del río le da una gran belleza al Parque Fluvial

DÓNDE EMPIEZA EL PARQUE FLUVIAL DEL BESÓS
El Parque Fluvial del Besós tiene su inicio en el municipio de Montcada y Reixac, justo cuando el río Ripoll, afluente del Besós, confluye con él. Hay quien dice, sin embargo, que el Parque comienza un poco después, en el conocido como "puente de Montcada". En todo caso, es por esos meridianos del mundo por donde el Parque presenta uno de sus máximos esplendores, tal como se muestra en esta siguiente foto:


El parque Fluvial del Besós se divide en tres partes bien diferenciadas:

A/ La parte norte, en el municipio de Montcada i Reixac, Barcelona y Santa Coloma de Gramenet, donde se extiende el Refugio de Biodiversidad del Besós, área restringida al público, con una extensión de 3,8 kilómetros
B/ La zona central o de uso público, que se extiende desde el puente de la B-20 o Puente Viejo (Pont Vell) en el margen derecho, y desde Can Zam en el izquierdo, hasta el puente de Maristany (Sant Adrià del Besós), en total 5 kilómetros con césped y viario asfaltado para paseantes y ciclistas
C/ Y finalmente, la parte más meridional del Parque que es la de la desembocadura del río; desde el puente de Maristany se obtienen vistas magníficas de esta zona.

LOS CARRIZALES
En la parte más septentrional del Parque se distribuyen varias parcelas de carrizo (Phragmites australis) plantado, agrupadas en wetlands ("tierras húmedas"), en ambos márgenes del río.
El carrizo cumple muchas e importantes funciones en el Parque:
Primeramente mejora la capacidad hidráulica del cauce, además crea paisaje y, muy importante, proporciona cobertura (lugar de protección y nidificación) a muchos animales, principalmente aves como los carriceros, del género Acrocephalus, que toman su nombre común justamente de esta planta.
Añádase que el carrizo es una planta acuática que se muestra muy resistente a las crecidas del río Besós, ya que tras ellas sólo un porcentaje bajo de parcelas de carrizal cultivado resultan dañadas.
Es interesante señalar que el Refugio de Biodiversidad, inaugurada su primera fase a mediados de marzo de 2023, comprende algunas lagunas artificiales que sustituyen varios de los "wetlands" antes mencionados, manteniendo la función de filtro vegetal de éstos, pero con la ventaja respecto de ellos de lograr una maximización en la capacidad de acogida de fauna.
Lagunas artificiales en el Refugio de Biodiversidad del Besós

EL RÍO Y LA VEGETACIÓN DE RIBERA
El río da nombre y vida al Parque, y sus aguas acogen varias especies de peces, una de ellas introducida. La estrecha vegetación de ribera muchas veces se vuelve densa y frondosa, prácticamente inaccesible, generando un hábitat para diferentes tipos de fauna, ya sea como zona de alimentación o de nidificación.
Es importante destacar que con el plan de renaturalización del Parque Fluvial del Besós se busca potenciar la vegetación autóctona en claro detrimento de las especies exóticas invasoras, y muy particularmente de la caña asiática común Arundo donax.
Un elemento muy importante lo constituyen las islas fluviales, con gran vegetación, que se encuentran en el río, y que juntamente con la selvática vegetación de ribera, son áreas de alimentación y descanso, muy apreciadas por muchas aves acuáticas, como las limícolas. En esas islas, además, es donde las aves limpian su plumaje.


HÁBITATS DEL PARQUE

De manera sencilla, y en una primera aproximación, pueden distinguirse en el Parque Fluvial del Besós varios hábitats diferentes: el del río y su vegetación de ribera, el del propio parque (vegetación de prado: la de los caminos, herbazales y comunidades nitrófilas), y las edificaciones que se pueden encontrar a lo largo del lugar; finalmente decir que la playa y los arenales de la zona de la desembocadura constituyen otro importante hábitat.
En las fotos de arriba, las limpias aguas del Besós, que acogen varias especies de peces, y también otros seres vivos, constituyendo de este modo el mismo río un hábitat de gran valor, gracias a las depuradoras instaladas a lo largo de su cuenca y que han posibilitado recuperar una parte de los organismos acuáticos en uno de los ríos que en el pasado llegó a estar entre los más contaminados de Europa.

Vegetación de ribera en el Parque Fluvial del Besós

Los herbazales representan un importante hábitat para varias especies de animales.
El gorrión común, un habitante del herbazal

Zona de prado en el Parque Fluvial del Besós

Un cormorán en la barrera de arena de la zona de la desembocadura, bajo un temporal en el mes de enero


Según lo expuesto, las aves acuáticas (garzas, garcetas, patos, y muchas más) tienen su hábitat en el río (y vegetación ribereña), si bien el cormorán (Phalacrocorax carbo), ave hibernante en el Parque, es tambien marino; aves como la paloma torcaz, la cotorra o el petirrojo, son más propias de los ambientes del parque; finalmente, la paloma doméstica, la tórtola y el cernícalo (Falco tinnunculus) se les puede encontrar en todos los hábitats del lugar, por no hablar de la ubicua gaviota común o reidora.
La gaviota común o gaviota reidora

Y en las dos siguientes fotos, cormorán capturando un gran pez en la zona de la desembocadura del río Besós:

En el área próxima a la desembocadura del río en el mar, en una minúscula zona de aspecto un tanto selvático, puede apreciarse una interesante balsa para la preservación de anfibios e invertebrados acuáticos, tal como se muestra seguidamente:
Arriba, la balsa con su aspecto a fecha de mayo 2021, ubicada en una pequeña área casi inaccesible por la frondosa vegetación circundante con función esencialmente protectora, y suelos húmedos, casi siempre encharcados, según siguientes fotos:
Y ahora se muestra el aspecto que ofrecía la balsa en sus inicios, allá por enero de 2018, fecha de la siguiente foto:
La presencia de la balsa mejora y potencia la biodiversidad de este importante lugar húmedo que es el Parque Fluvial del Besós, constituyendo en él un soporte y permanente punto de agua, un espacio de refugio y hábitat, no sólo para ranas, sino también para otros grupos faunísticos como invertebrados y aves.
La Unión Europea considera hábitats prioritarios las balsas y estanques en ambientes mediterráneos donde habitan y reproducen anfibios.
Conviene recordar que, en el caso concreto de los anfibios, no obstante los grandes esfuerzos realizados, inversiones, y la notable mejoría de la calidad del agua, sólo una especie, la rana verde, puede ser encontrada a lo largo de todo el Parque Fluvial, otras especies se localizan en sitios más concretos del Parque, en este sentido el Refugio de Biodiversidad del Besós, inaugurado en marzo de 2023, ofrece muy importantes expectativas. De ahí la necesidad de crear espacios naturales específicos para estos importantes animales, bioindicadores de la calidad de un ecosistema.


LA IMPORTANCIA DEL ÁREA DE LA DESEMBOCADURA
La importancia de esta zona del Parque es enorme, y por consiguiente la necesidad de mantenerla y conservarla.
En Cataluña buena parte de las aves migratorias pasan por la costa, pero ésta es precisamente la franja más urbanizada. Por este motivo resulta imprescindible proteger los escasos espacios naturales que todavía subsisten en la costa catalana para así proporcionar a las aves lugares en los que puedan obtener alimentos y refugio durante sus desplazamientos migratorios. El área de la desembocadura del río Besós es uno de esos lugares, y se ha acondicionado para que, en la medida de lo posible, pueda cumplir esta importante función.
La desembocadura del Besòs, según ya dije anteriormente, es la única zona húmeda natural a nivel de costa existente entre la desembocadura del Tordera y el impresionante delta del río Llobregat, y sólo por esta razón el Parque Fluvial del Besós ya constituye un gran activo biológico, particularmente en las épocas de migración de aves.
En la barrera de arena que existe en el espacio de la desembocadura podemos encontrar plantas dunares, tales com Ammophila arenaria y Crithmum maritimum, cuyo crecimiento está condicionado por la meteorología del lugar y el paso continuo de personas.
Ammophila arenaria
Crithmum maritimum, planta típica de los litorales arenosos próximos al mar.

Para limitar el continuo paso de la gente, se ha reservado una parte de la barrera de arena con carácter restrictivo para las personas, y proteger el desarrollo de las plantas que crecen en las dunas y los arenales.